17 mayo, 2020

Ñoquis

Ingredientes
  • 1,5 k de patata vieja
  • 300 g de harina común (floja, la harina normal del super)
  • 4 yemas de huevo
  • Sal
  • Pimienta o nuez moscada (opcional)
Preparación
  • Pincha las patatas con un palillo -para que no exploten y además pierdan humedad, buscamos una patata muy seca- y ásalas al horno a 180 grados sobre una cama de sal gruesa (si la tienes): dependiendo del tamaño, pueden tardar alrededor de una hora. 
  • Sacarlas y, cuando se pueda hacer sin quemarse, pelarlas y convertirlas en puré, con un pasapurés o un colador, nunca con el vaso batidor. 
  • Añade la harina tamizada, las yemas y sal al gusto, además de -si quieres- pimienta o nuez moscada y trabaja la masa sobre la encimera de la cocina o una tabla de madera, hasta conseguir una masa lisa y elástica.
  • Haz rollitos alargados con esta masa, córtalos en trocitos de bocado y, si quieres, márcalos haciéndolos rodar sobre los dientes de un tenedor para conseguir su forma característica (también hay quien los deja tal cual o prefiere darles forma de bolita). 
  • Hiérvelos en abundante agua salada, sacándolos con un escurridor o colador cuando vuelvan a subir a a la superfície: como con la pasta fresca, no es conveniente volcarlos directamente al escurridor porque son delicados, y te los puedes cargar.

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